- Registrado
- 2 Mar 2019
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- Puntos
- 98
- Nacionalidad: Colombiana, caleña
- Edad: 25
- Direccion : Pesset Aleixandre, 138
- Valoracion de las Instalaciones: 2
- Precio del servicio y duración: 50 media hora
- Fecha del encuentro (aproximadamente) : Ayer 3/4/19
- Valoracion Cara,cuerpo, tetas: Guapa, cuerpo taponcete, con muslazos, tetorras divinas, piel estupenda... y culazo (ese culo merece un ft aparte)
- Actitud: Pueril, impropia de una chica que se dedica a esto.
- Besos: Cuesta arrancárselos, pero al final, con mucho trabajo, se los sacas (me explico mejor en el relato).
- Fuma: No me dí cuenta.
- Francés: Insípido.
- Griego: No lo hice pero por 20 euritos más lo incluye en la media hora.
- Folleteo: Regulín.
- Lo mejor: Que creo que tiene un potencial...
- Lo peor: .Muchas cosas, las explico en el relato
- La recomiendas?: Sí... con reservas, ese culazo merece al menos una visita más.
- Valoración de la experiencia (de 0 a 10): 5 provisional, que espero que suba próximamente.
Relato de la experiencia: Mierda, ayer tarde no me encajaba nada, e iba a pie, de caza. Me fallaron el plan A, y también el B, y me lo monté fatal. Empecé a tirar de móvil , nervioso, y no conseguía nada. Finalmente, esta Cata, que se anunciaba como "ninfómana", dijo que me esperaba. Equivoqué la línea de autobús, aquella comenzó a enviar mensajes con las prisas (esto va así, compañeros), que si pasaba a otro cliente delante... Yo le dije que sí que acudía y que me esperase pero, claro está, la visita ya tenía otro tinte. Llego, y es un piso montado en una casa de la misma avenida. Me abre ella. El pisito está bien, pero en cuanto veo el cuartucho... ínfimo, oscuro, cama de matrimonio encajada entre pared y pared... En fin, me lavo en el bidé mis partes, ya venía duchado, Cata supervisa la operación riéndose un poco a lo tonto de mis torpezas (porque intento darme prisa y no doy una con mis prendas), pero sin acercarse demasiado. Pasamos a la minihabitación, le pago y se sienta a mi lado. Un poco de caricias y ella enseguida pasa al francés sin mucho entusiasmo. De momento, rehuye los besos, pero tiene unos labios sensacionales, y es guapísima. Es bajita, tiene la cintura estrechita, y ese culo, dios... es enorme, terso, con la dureza exacta, dos globos que protegen sus maravillas interiores y que hay que abrir para descubrir aquella rosadez tan perfecta y brillante en su chochito joven. Pido 69. Ya a aquellas alturas yo no esperaba gran cosa de ella, pero aún así, tenía suficiente interés por explorarla. Ella me había cortado en ocasiones con su atención al móvil, tenía un altavocillo con el reguetón sonando a medio gas junto a la almohada, en fin... Sin embargo, sus partes estaban impecables, frescas, y olían de maravilla. Tras de un ratillo saboreando aquel fantástico espacio entre nalgas le digo de follar. Ella dice que bien. Me calza el condón y se sube encima de mí. Me pide que le chupe las tetas. Esos pezones son la leche también, oscuritos, gruesos, y ella no se molesta, dice incluso que le gusta (de lo poco que confesará en este sentido durante toda la ******). Es un placer notar dentro de la boca la aureola entera y el pezón moviéndose. También un placer sentir sus grandes senos contra el pecho, mientras agarras bien el pedazo trasero y lo aprietas más contra tí. El tiempo apremia, el móvil de ella sigue dando guerra, y ella no se descuida de mirarlo cada poco. Por lo que le digo que me ofrezca su retaguardia, necesito ver ese culo. Se sitúa de rodillas junto a la cama., lo miro, y es espectacular. Me recuerda al de una brasileña, Rebeca Ferres (o algo así) que estaba hace un tiempo por la Avda. Francia. Es inmenso, pero exultante de perfección, sin asomo de celulitis, un culo de esos que oculta en seguida el hilillo del tanga, que lo engulle, y que hay que abrir con cierta fuerza para poder ver las partes a placer. Se lo chupo todo un ratito antes de penetrarla y quedarme un rato... analizando, más que follando. Digo esto porque ella no parecía experimentar gran cosa con el acto. Por lo que finalmente regreso a la posición tumbado, y dejo que ella se apriete contra mí una vez más. Ahí es donde me entrego al máximo y consigo arrancarle un poco de reacción, y unos cuantos morreos intensos. Brutales, sus labios. Le comento lindezas sobre su culito y me explica entre jadeos lo del suplemento, razonable -creo yo-, del anal. Digo de pagárselo y se lo piensa un segundo, pero finalmente lo descarta porque tiene otra visita inminente, y aquí se acaba la magia, si es que hubo alguna.
Sé que me he alargado, compañeros goputeros, pero es que la muchacha, a pesar de tanto cómo dejaba que desear, encierra unas cuantas virtudes que todavía me dan vueltas por la cabeza. Por ejemplo, sería ideal en un entorno con algo más de luz, pidiéndole visita a otra dirección. Y ese griego hay que probarlo sí o sí con mayor margen de tiempo. Y esa piel, y esa boca, y ese coñito tan rosado, casi luminoso. Lo dicho, yo ayer me encontré a una pasotilla, no del tipo borde, pero pasotilla y poco profesional. Pero si a esta chica la pillas en un momento bueno, yo creo que del encuentro pueden salir vivas y vítores a mansalva.
Y hasta aquí. Ya os digo que si nadie más se anima seré yo quien pruebe, en cuanto mi economía dé un poquito más de sí, que la tengo harto tocada. Perdón por el rollo.