Esto pasó no hace mucho: quedo con una bella señorita, siguiendo vuestras buenas referencias. Llego a tiempo, me da los datos del piso, y cuando quiero subir por el ascensor veo que otro caballero está esperando. Le doy paso por tema discreción, asumiendo que va a otro sitio. Llegado al piso, me abre la señorita, me parece guapa aunque quizás algo diferente a lo que vagamente recordaba del anuncio (que era a cara descubierta). Nos vamos conociendo, un poco de charla y bromas para romper el hielo, seguido de los primeros besos y caricias. Todo bien! De repente menciono algo acerca de su acento, porque el anuncio ponía el país de origen, y se me queda mirando con cara de sorpresa. Le pregunto si su nombre es XXX, y me dice no, soy YYY. Nos hemos partido de la risa, porque el compañero del ascensor acababa de entrar con la mía, y yo con la suya! Ambas se anunciaba a cara descubierta, así que queda claro que nosotros los hombres al final nos adaptamos a cualquier situación y no somos muy observadores, cuando de pasarlo bien se trata. Intenté llamar a la otra chica, para ver si ellos también se han percatado del trueque y quieren volver al escenario original, pero no contesta. Pues nada, como la mía estaba muy buena y la vi muy dispuesta, me dejé de cuentos y nos pusimos ya a disfrutar a tope. Lo pasé bomba, y asumo que el otro también. Desgraciadamente la dama que quería ver ya se marchaba de la ciudad, así que no pude llegar a conocerla. Espero que vuelva! Ya solo con esta historia tendremos para reírnos un rato

De ahora en adelante, quedaré siempre 5 minutos antes de la hora, por si acaso!