Disculpad, no recuerdo el nombre porque la experiencia fue mala.
- Nacionalidad: uruguaya.
- Edad: 30 y pocos.
- Direccion : paralela a Ausiàs Marcha.
- Valoracion de las Instalaciones: no me gustaron nada. Habitación correcta y baño muy cutre.
- Precio del servicio y duración: 80/ 1 hora de masaje con paja.
- Fecha del encuentro (aproximadamente) : principios de marzo.
- Valoracion Cara,cuerpo, tetas: 4 justo. Con barriguita y tetas grandes pero caídas.
- Actitud: nada de implicación. Le sugerías cosas y las aceptaba a disgusto.
- Besos: no
- Fuma: no
- Francés: no
- Griego: no
- Folleteo: no
- Lo mejor: nada a destacar.
- Lo peor: muy poco profesional tanto en el masaje como en la relajación.
- La recomiendas?: No
- Valoración de la experiencia (de 0 a 10): 0.
- llamo al teléfono para concertar ****** con María masajista, dado que habían hablado muy bien de ella. te responderé una señora mayor que es la misma que te abre la puerta, me dice una hora y puntual me presento en la puerta. La madame me pasa a una habitación donde solo había una cama, por teléfono había contratado una hora de masaje en camilla. Y aquí comienza el esperpento. La madame me comenta que a María se le ha alargado el servicio y que no puede ser con ella, que hay otra chiquilla y que si quiero conocerla. Para no perder el viaje y no disponer de tiempo para buscar un plan b, acepto. Entra la chica, se presenta, no recuerdo el nombre, solo que es uruguaya, y por darle un voto de confianza le digo que me quedo. Sale la chica y vuelve a entrar la madame; dado el cambio, le digo que solo quiero media hora en camilla, y la madame me contesta que la habitación de la camilla está ocupada y solo puede ser en cama y que en cama es una hora, y me insiste que la chica vale la pena que lo hace muy bien. Acepto, gran error. entra la chica, me tumbo en la cama, ella se queda con braguitas y sujetador, y empieza una masaje muy insulso y sin nada de gracia. Intenta dar un poco de conversación pero se le nota muy fria y nada agusto, lo achacó a que estaba empezando y que no le gusta nada lo que está haciendo. Me doy la vuelta y comienza la relajación, le pido si se puede quitar el sujetador y le puede tocar las tetas, acepta a regañadientes. Le pido si puede chuparme los pezones y lo mismo. Al final, ducha y con muy mal sabor de boca. Cuándo me iba la madame me dice si quiero conocer a María, le digo que vale, pero María se esconde deprisa en una habitación. La madame me dice que es muy vergonzosa. Una experiencia nada recomendable.